El empresario Jack Ma, cofundador de Alibaba, fue vinculado a una operación de presión orquestada por el régimen chino para forzar la colaboración de un empresario exiliado en Francia, identificado como H, en un caso político de alto nivel. Así lo revelan documentos judiciales citados por The Guardian.
La maniobra, descrita como una estrategia de intimidación transnacional, tenía como objetivo conseguir que H regresara a China para testificar contra Sun Lijun, exviceministro de Seguridad Pública, actualmente caído en desgracia.
Según las transcripciones del caso, Jack Ma llamó a H en abril de 2021 desde China. En la conversación, registrada por H por motivos de seguridad, Ma admitió que fue presionado por las autoridades chinas para convencerlo de que regresara al país. “No tienes otra solución… el lazo se apretará cada vez más”, le advirtió.
El régimen recurrió a diversas tácticas para forzar su retorno: amenazas familiares, presión psicológica, llamadas constantes, una notificación roja de Interpol y la detención de la hermana de H en China. Todo formaba parte de una estrategia calificada como “guerra psicológica”.

H fue detenido en Burdeos y enfrentó un proceso de extradición que culminó en julio de 2021, cuando un tribunal francés rechazó su entrega a China por considerar que el caso tenía motivaciones políticas. Posteriormente, la notificación de Interpol fue retirada.
A pesar de evitar su repatriación forzada, el empresario –nacido en China y nacionalizado en Singapur– acumuló deudas por 135 millones de dólares y vio bloqueadas sus operaciones comerciales. Las autoridades chinas lo acusan de participar en un esquema de blanqueo de capitales relacionado con la plataforma Tuandai.com, pero sus abogados insisten en que su rol fue el de un simple inversor.

El caso ha despertado fuertes críticas entre expertos en derechos humanos. Para Rhys Davies, abogado británico especializado en represión transnacional, el uso de las notificaciones rojas de Interpol por parte de regímenes autoritarios es “el rifle de francotirador de los autócratas”.
En paralelo, Jack Ma reapareció públicamente en 2025, mostrándose en eventos oficiales en Beijing y aplaudiendo al presidente Xi Jinping, en lo que fue interpretado como una muestra pública de lealtad al Partido Comunista Chino tras años de perfil bajo.
Por su parte, la embajada china en el Reino Unido negó las acusaciones, tachándolas de “fabricaciones” y defendió que China respeta la soberanía internacional. Interpol también respaldó su sistema de alertas, asegurando que cuenta con protocolos para evitar abusos.
Infobae