Erin Patterson fue condenada este lunes a cadena perpetua, con un mínimo de 33 años en prisión sin posibilidad de libertad condicional, tras ser hallada culpable de asesinar a tres de sus familiares e intentar matar a un cuarto en 2023 al servirles un plato preparado con setas venenosas.

La Fiscalía había solicitado cadena perpetua sin opción de libertad condicional. La defensa reconoció la severidad de la pena, pero pidió un plazo mínimo para una eventual salida en la vejez. El juez del Tribunal Supremo del estado de Victoria, Christopher William Beale, señaló que el jurado no creyó la versión de la acusada sobre la supuesta compra de las setas en una tienda asiática.

Beale indicó que la gravedad de los delitos y la premeditación pesaron más que la posibilidad de rehabilitación. La sentencia fue televisada, algo inédito en el Tribunal Supremo de Victoria. El magistrado advirtió que la notoriedad del caso, debido a la cobertura mediática y a proyectos editoriales y audiovisuales, podría condicionar la vida de Patterson en prisión.

Hechos del caso

Patterson convocó a sus exsuegros, Don y Gail Patterson, y a los familiares Heather e Ian Wilkinson, a una cena en su casa de Leongatha, Victoria, el 29 de julio de 2023. Su exmarido, Simon Patterson, también fue invitado, pero no asistió. La acusada dijo a sus invitados que padecía cáncer, diagnóstico que luego se demostró falso.

Los comensales consumieron solomillos Wellington preparados con setas venenosas. Tras la cena, todos fueron hospitalizados. Don y Gail Patterson, de 70 años, y Heather Wilkinson, de 66, murieron en los días siguientes, mientras que Ian Wilkinson sobrevivió.

Con información de EFE.

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