Dos días después de que Argentina, a través de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), informara que detectó a un grupo de espías rusos que realizaban “tareas sospechosas” en esa nación para “promover los intereses geopolíticos de Moscú, por medio de la fabricación de noticias falsas”, el Ministerio Público dominicano anunció el arresto de un ciudadano ruso, también dedicado a estas labores, que habría generado “impactos directos” al país.
En República Dominicana fue arrestado Dmitrii Novikov, de 25 años de edad, en una villa del residencial Palmas del Sol II, de Bávaro, La Altagracia, donde residía junto a sus familiares.
En una nota de prensa, la Procuraduría General de la República no da detalles de los impactos directos que las supuestas desinformaciones que difundía este joven afectaron a República Dominicana.
“Novikov operaba desde el país con la intención de evitar que se percibiera el origen del contenido promovido, aprovechando a los colaboradores locales bajo la apariencia de deportista de artes marciales mixtas y ocultando su nacionalidad rusa, mientras recibía fondos y dirección de los asociados al citado proyecto”, especifica la Procuraduría.
Las autoridades comprobaron que manejaba sus operaciones económicas y transacciones internacionales a través de billeteras electrónicas con criptomonedas, utilizando plataformas, como Binance, y activos digitales, como Ethereum y Bitcoin.
Además de recoger evidencias que lo vinculan a este caso, se incautaron pruebas que lo comprometen con la venta y distribución de armas de fuego.
ESTADOS UNIDOS
Estos dos casos se unen al denunciado por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, en 2018, cuando acusó a 13 ciudadanos rusos y tres empresas acusadas de interferir en las elecciones presidenciales de 2016.
En ese entonces, la oficina del fiscal especial Robert Mueller, quien investigaba el caso, informó que el grupo creaba informaciones despectivas acerca de Hillary Clinton, Ted Cruz y Marco Rubio, además de apoyar a Bernie Sanders y al entonces candidato y actual presidente Donald Trump.
De acuerdo a las investigaciones y a varios diarios, esta fábrica de trolls nació bajo el nombre de Internet Research Agency (IRA), en 2013, con un edificio en San Petersburgo y su cabeza era Yevgeny Prigozhin, un empresario del rubro gastronómico de Vladimir Putin.
Este hombre inició, de acuerdo al fiscal Robert Mueller, el “Protecto Lakhta”, con el objetivo de difundir noticias falsas sobre Ucrania y otros países europeos, pero durante las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2014 ampliaron su objetivo e interfirieron sobre los estadounidenses y sus elecciones.
Escondidas en una agencia de Marketing, el grupo de jóvenes se dedicaba a difundir desconfianza hacia los candidatos y el sistema político, a través de cuentas falsas en las redes sociales y la utilización de HT.