Luigi Mangione, el presunto atacante del CEO de UnitedHealthcare, Brian Thompson, volvió a la corte este martes para continuar con su testimonio en una audiencia decisiva, la defensa y la fiscalía se enfrentan mientras el juez evalúa si anular evidencia fundamental en el caso que lo vincula con el asesinato ocurrido en Midtown Manhattan, la llamada al 911 que permitió su arresto se posiciona ahora como un punto crítico para determinar la legalidad del proceso seguido por las autoridades.
El lunes, el juez Gregory Carro escuchó la grabación del 911 hecha por un empleado de McDonald’s en Altoona, Pensilvania. En la llamada, el trabajador advertía que varios clientes estaban inquietos porque el hombre sospechoso de asesinar al CEO, quien murió por un disparo, se encontraba dentro del restaurante; la revelación amplió la comprensión pública de cómo se produjo la detención después de una búsqueda nacional de cinco días.
Mientras avanza la audiencia, crece la tensión entre ambas partes. La defensa insiste en que los agentes de Altoona registraron de forma ilegal la mochila de Mangione sin una orden judicial y que no le leyeron sus derechos Miranda antes de interrogarlo, dentro de la mochila se hallaron un arma, municiones y un cuaderno con anotaciones personales del acusado.

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Antes de esta semana, se conocían pocos detalles sobre la llamada que permitió localizar al sospechoso. A las 9:14 a.m. del 9 de diciembre de 2024, una gerente de McDonald’s contactó al 911 tras fallar en una línea no emergencial. Su tono era sereno mientras explicaba que tenía un cliente del que otros visitantes sospechaban por su parecido con “el tirador del CEO de Nueva York”.
La gerente describió al hombre sentado en el vestíbulo, cerca de los baños, con una bolsa de farmacia frente a él. Vestía chaqueta negra, mascarilla médica y un gorro color canela, dejando a la vista únicamente sus cejas. También lo definió como de complexión y estatura promedio. La operadora le indicó que un agente ya se dirigía al lugar.

La llamada, presentada como evidencia, muestra cómo un encuentro cotidiano en un restaurante de comida rápida se convirtió en el punto de quiebre de una investigación nacional.
Dos funcionarios de SCI Huntingdon, la prisión estatal donde Mangione permaneció antes de su extradición, relataron haberlo observado bajo constante vigilancia. El agente Matthew Henry declaró que el acusado estaba “agitado” por su futura comparecencia y que le contó que tenía una mochila con una pistola 3D y moneda extranjera. También mencionó un cargador de municiones.
Henry afirmó no haber hablado con Mangione en ningún otro contexto y que no informó de estas declaraciones hasta que fue interrogado por la Fiscalía de Manhattan en enero. La defensa cuestionó la veracidad del testimonio, sugiriendo que pudo haber sido influenciado por las noticias sobre la recuperación de un arma 3D.
Tomas Rivers, otro funcionario penitenciario, dijo haber recibido instrucciones para evitar una “situación al estilo Epstein”. Según su relato, Mangione conversaba a menudo con él desde la puerta de su celda. Dialogaron sobre sistemas médicos globales, la cobertura mediática del caso e incluso sobre la diferencia entre el enfoque tradicional y el digital en temas de crimen y salud. Al igual que Henry, Rivers reconoció no haber documentado ninguna conversación antes de ser contactado por la Fiscalía.
La defensa busca suprimir todas las declaraciones de Mangione hechas desde su arresto el 9 de diciembre hasta su traslado a Nueva York el 19 del mismo mes, alegando irregularidades en el proceso.
La fiscalía presentó material audiovisual que detalla el recorrido de la investigación. Un policía de Nueva York y un instalador de cámaras de seguridad de McDonald’s explicaron cómo se obtuvieron videos y fotografías clave. Entre las pruebas se incluyeron imágenes del asesinato de Thompson en una acera de Manhattan y clips del sospechoso captado en un Starbucks, un hostal y el interior de un taxi.
El juez también observó el video de vigilancia del McDonald’s en Altoona, donde Mangione entra, pide comida y se dirige hacia una mesa en la parte trasera. Veinticinco minutos después, dos policías lo interceptan. Para el momento del arresto, cerca de las 10:00 a.m., al menos ocho agentes estaban en el lugar. El material no contiene audio.