Qatar organizó este lunes una cumbre de emergencia con líderes árabes e islámicos, con la intención de presentar una respuesta unificada al ataque aéreo israelí que la semana pasada alcanzó a dirigentes de Hamás en su capital, Doha. Sin embargo, las posibilidades de los países participantes para frenar la ofensiva israelí en Gaza parecen limitadas.
El encuentro reunió a figuras como el presidente interino de Siria, Ahmad al-Sharaa; el presidente libanés, Joseph Aoun; el primer ministro iraquí, Mohammed Shia al-Sudani, y el presidente egipcio, Abdul Fatá al-Sisi. La cumbre se produce mientras Qatar insiste en que mantendrá su papel como mediador en las negociaciones para un alto el fuego, pese a haber sido blanco de bombardeos israelíes en medio de esas gestiones.
La posición de Irán
Entre los asistentes también se destacó la presencia del presidente iraní, Masoud Pezeshkian, quien viajó a Doha tras denunciar los ataques de Israel contra diversos países de la región desde el inicio de la guerra en octubre de 2023. “Este régimen ha atacado a muchos países islámicos. Hace lo que quiere, y desafortunadamente, Estados Unidos y los países europeos apoyan esas acciones”, declaró antes de salir de Teherán.
Por su parte, el ministro iraní de Exteriores, Abbas Araghchi, expresó en la red social X que Irán está “con Qatar y con todos los hermanos y hermanas musulmanes, particularmente contra el flagelo que aterroriza a la región”. Ni él ni el presidente hicieron mención al ataque iraní contra una base estadounidense en Qatar ocurrido en junio pasado. Ambos recibieron honores oficiales a su llegada.
Qatar, mediador bajo presión
Qatar, rico en recursos energéticos y anfitrión del Mundial de Fútbol 2022, ha sido un actor clave en las conversaciones entre Israel y Hamás, albergando desde hace años a la dirigencia política del grupo a petición de Estados Unidos. No obstante, el gobierno de Benjamin Netanyahu ha intensificado sus críticas contra Doha y ha advertido que mientras los líderes de Hamás se refugien en su territorio, Qatar seguirá siendo un objetivo militar.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, manifestó su respaldo a Qatar. “Han sido un gran aliado, aunque mucha gente no lo entienda. Viven en medio de todo y llevan una vida muy difícil”, afirmó.
Mientras tanto, el secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, se encontraba en Israel para sostener reuniones con Netanyahu y otros funcionarios. Aunque evitó condenar públicamente el ataque a Doha, subrayó que Washington seguirá alentando a Qatar a desempeñar un papel “constructivo” en la búsqueda de un alto el fuego. Netanyahu insistió en que la ofensiva en Doha “fue una decisión completamente independiente por parte de Israel”.
Una guerra que no cesa
La presión interna en Israel crece a medida que la sociedad exige un final para la guerra y la liberación de los 48 rehenes que permanecen en Gaza, de los cuales se estima que 20 siguen con vida.
El conflicto, iniciado el 7 de octubre de 2023 con el ataque de Hamás al sur de Israel —que dejó unos 1,200 muertos y 251 secuestrados—, ha cobrado un saldo devastador en la Franja de Gaza. Según el Ministerio de Salud gazatí, más de 64,000 palestinos han muerto, aproximadamente la mitad de ellos mujeres y niños. Aunque Israel disputa esas cifras, no ha ofrecido sus propios cálculos.
Con la cumbre en Doha, Qatar busca reafirmar su papel como mediador indispensable, aunque la región se enfrenta a la realidad de que ni la unidad árabe ni las gestiones internacionales parecen, de momento, detener la maquinaria bélica israelí.