La Cámara de Cuentas (CCRD) reveló que el Seguro Nacional de Salud (SeNaSa) pagó RD$80,400,000 por la adquisición de un software denominado “Salud Core”, el cual nunca fue implementado ni utilizado durante el período 2017–2019, pese a haber sido completamente pagado.
El hallazgo forma parte del informe de auditoría practicado a los estados financieros del SeNaSa, en el cual se documenta que la institución suscribió un contrato para el desarrollo e instalación de un sistema informático destinado a mejorar la gestión de afiliaciones y servicios de salud, pero no existen evidencias de que dicho sistema haya sido instalado, probado o puesto en funcionamiento.
El informe establece textualmente que “la entidad realizó el pago de RD$80,400,000 por concepto de adquisición del software ‘Salud Core’, sin que exista evidencia de su implementación o puesta en funcionamiento en los sistemas del SeNaSa.”
Según la auditoría, los pagos se efectuaron entre 2018 y 2019, mediante transferencias directas a la empresa contratada, sin que se encontraran actas de recepción, certificaciones técnicas ni informes de pruebas funcionales que confirmaran la entrega o validación del sistema. Tampoco se hallaron documentos que acreditaran la capacitación del personal o la adopción de los módulos tecnológicos acordados.
El órgano fiscalizador observó que los pagos fueron registrados contablemente como gastos ejecutados, pese a que el software no fue recibido ni utilizado, lo que constituye, según el informe, una violación a los principios de transparencia y eficiencia administrativa establecidos en la Ley 340-06 sobre Compras y Contrataciones Públicas.
La Cámara de Cuentas señala que “no se evidenció documentación que sustente el desarrollo, instalación o puesta en marcha del sistema de información contratado, ni se aportaron pruebas de soporte técnico o certificación de aceptación del producto.”
El informe resalta que el SeNaSa no activó los mecanismos de reclamo o sanción contractual previstos por la ley para recuperar los fondos pagados o exigir la entrega del software, lo que refleja, dice la auditoría, “una debilidad en los controles institucionales de seguimiento y supervisión de los contratos tecnológicos.”
En su análisis legal, la Cámara advirtió que “la autorización de pagos sin evidencia de cumplimiento contractual constituye una irregularidad grave y un uso ineficiente de los recursos públicos.” Además, indicó que el caso “presenta indicios de responsabilidad administrativa y civil”, conforme a los artículos 47, 48 y 54 de la Ley 10-04, que rige la labor del órgano fiscalizador.
Entre las recomendaciones formuladas, la Cámara de Cuentas insta al director ejecutivo del SeNaSa a realizar una evaluación integral del contrato, determinar las causas del incumplimiento, y gestionar la recuperación de los fondos públicos pagados o la ejecución efectiva del software con los debidos informes de cumplimiento.
Asimismo, el órgano recomienda fortalecer los controles en la contratación de soluciones tecnológicas, verificando la capacidad técnica y legal de los proveedores, e incluir cláusulas de penalidad y supervisión estricta en los futuros contratos.
Este hallazgo se suma a otros señalamientos de la auditoría, entre ellos compras sin licitación, diferencias contables y pagos irregulares en nómina, que llevaron a la Cámara de Cuentas a emitir un dictamen adverso, al concluir que los estados financieros del SeNaSa “no presentan razonablemente la situación económica ni patrimonial de la entidad para los años 2017, 2018 y 2019.”