Madrid.– Los cardiólogos recomiendan aprovechar el ritmo que tienen algunas canciones para practicar una reanimación cardiopulmonar, una técnica que triplica la posibilidad de sobrevivir a una parada cardíaca.

Día Mundial de la Reanimación Cardiopulmonar

Con motivo de la conmemoración de la RCP que se celebra cada 16 de octubre, la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUClanzó un reto para animar a ejecutar una técnica que salva muchas vidas, pero que fuera del ámbito hospitalario apenas se pone en práctica.

La cadencia de una resucitación cardiopulmonar es de entre 100 y 120 bytes por minuto, justo el ritmo que tienen muchas canciones que «salvan vidas».

Es el caso del ritmo de canciones como ‘Vogue’ de Madonna, ‘The man’ de Taylor Swift, ‘Another one bites the dust’ de Queen o ‘Just dance’ de Lady Gaga.

La sociedad científica anima así a alumnos, instructores, centros formadores y a todos los sanitarios implicados en la enseñanza del soporte vital que graben pequeños vídeos eligiendo sus canciones favoritas para una RCP y lo suban a sus redes.

«Queremos que todo el mundo se anime. Que los hospitales, las escuelas, las familias, todos, participen.Este reto no es sólo un juego: es una forma divertida y muy potente de recordar que aprender RCP salva vidas. Y cuanto antes empecemos a enseñarlo, más corazones seguirán latiendo«, ha señalado José Moya, gerente del Plan Nacional de RCP de la Semicyuc.

Cada año, entre tres y cuatro millones de personas en el mundo sufren paradas cardíacas súbitas fuera del hospital; la RCP puede hasta triplicar las posibilidades de supervivencia si se aplica de forma inmediata, recuerda la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes).

En este contexto, Semes quiere resaltar que los profesionales de emergencias no sólo intervienen, también enseñan a la gente a no quedarse paralizada ante una parada cardíaca.

«Cualquier persona puede practicar la RCP básica. La mayoría de las paradas ocurren fuera del hospital, y la intervención inmediata de un testigo puede hasta triplicar las posibilidades de supervivencia», subraya.

Es posible hacerle daño, pero no debe ser motivo para detenerse; las fracturas leves son un efecto secundario frecuente, y lo importante es mantener la circulación.

La RCP no va necesariamente acompañada del boca a boca, de modo que si no se sabe o no se desea hacer ventilación, las compresiones torácicas continuas (sólo con las manos) son suficientes en la mayoría de los casos, especialmente en adultos.

Aunque llamar a los servicios de emergencia es el primer paso, empezar la RCP inmediatamente mientras llega la ayuda es lo que marca la diferencia: cada minuto sin circulación reduce la posibilidad de supervivencia en un 7-10 %. 

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