El Interceptor 004, la embarcación donada por The Ocean Cleanup en 2020 para recolectar desechos flotantes en el río Ozama, dejará de operar como sistema de limpieza fluvial y será convertido en un aula de educación ambiental.
El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales confirmó a Diario Libre el nuevo uso de la embarcación, luego de que este periódico recibiera información de una fuente del sector ambiental sobre los nuevos planes con el dispositivo, luego de que en septiembre pasado el aparato fuera retirado del lugar donde fue instalado por más de cinco años.
De acuerdo con el ministerio, la decisión fue tomada por los socios de la Plataforma Rescate Ozama, integrada por el Gobierno dominicano, The Ocean Cleanup, Ecored, la Embajada del Reino de los Países Bajos y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Un nuevo propósito
El ministerio explicó que, tras varios años de operación, el Interceptor 004 logró capturar cerca de 300 toneladas de residuos, generando datos valiosos sobre la contaminación plástica en el Ozama y contribuyendo a visibilizar la problemática ambiental de la cuenca.
No obstante, los socios del proyecto concluyeron que el río requiere otro tipo de soluciones, por lo que se decidió reorientar el uso del Interceptor hacia fines educativos. La nueva función busca fortalecer la conciencia ciudadana, la participación comunitaria y la educación ambiental como pilares para una gestión sostenible de los residuos.
De promesa tecnológica a aula de aprendizaje
El Interceptor 004 fue instalado oficialmente en el río Ozama en agosto del 2020, bajo la coordinación del Ministerio de la Presidencia, la Comisión Presidencial Ozama–Isabela, el PNUD, la Armada Dominicana y The Ocean Cleanup, con respaldo de la Embajada del Reino de los Países Bajos.
Sin embargo, el reporte oficial indica que el total recolectado fue de poco más de 300 toneladas, lo que equivale a menos del 0.4 % de lo proyectado inicialmente.
Aun así, según el ministerio, el proyecto permitió generar datos inéditos sobre el tipo y la composición de los desechos plásticos, además de llamar la atención pública sobre la magnitud del problema en los ríos urbanos.
Cuestionamientos a la tecnología
Desde sus primeros años de funcionamiento, el Interceptor 004 enfrentó interrupciones frecuentes debido a la acumulación de lilas, los periodos de lluvia intensa y las crecidas del río.
Expertos locales advirtieron que la tecnología de The Ocean Cleanup no estaba plenamente adaptada a las condiciones del Ozama, un río con alta carga vegetal, orgánica y desechos sólidos, lo que reducía la eficiencia del sistema.
A nivel internacional, la eficacia de los modelos de The Ocean Cleanup también ha sido objeto de debate.
Medios como The Guardian, Wired, Hakai Magazine y Scientific American han señalado que, aunque la iniciativa es innovadora, su alcance real frente a la magnitud de la contaminación global por plásticos sigue siendo limitado, y que los sistemas de recolección en ríos tropicales presentan retos logísticos y de mantenimiento que comprometen su desempeño.
Una etapa cerrada y una nueva misión
Durante septiembre, Diario Libre documentó que el Interceptor 004 había sido retirado de su posición original junto al muelle de los pescadores de La Ciénaga y posteriormente amarrado río abajo, en las inmediaciones del puente Matías Ramón Mella.
En ese momento, el dispositivo se encontraba fuera de servicio y sin su sistema de contención, situación que ahora se confirma como parte del proceso de desactivación y reconversión.
El Ministerio de Medio Ambiente destacó que esta nueva etapa «representa un énfasis en la educación, la conciencia ciudadana y la participación comunitaria como pilares fundamentales para una gestión efectiva de los residuos».
De esta forma, el Interceptor 004 pasará de ser una promesa tecnológica de limpieza a un espacio pedagógico destinado a inspirar cambios en el comportamiento ambiental y promover la reducción del plástico desde la fuente.