Ninguna niña debe llevar en su cuerpo cicatrices atroces. Pero ella las tiene y trata de ocultarlas bajo las camisetas grandes de su tía y tutora. En pocos días cumplirá diez años, el próximo 12 de agosto. No obstante, en lugar de mostrar la alegría de su edad, su voz se ha vuelto temblorosa y sus ojos evidencian un dolor que mantiene a sus familiares sumidos en una profunda tristeza.
Desde que su cuerpo fue quemado por otra niña, una vecina de 12 años, la pequeña, utiliza la ropa de su tía Josefina Reyes, intentando ocultar las marcas en sus brazos provocadas por el ataque ocurrido el pasado 23 de marzo en Cancino Adentro, en Santo Domingo Este.
Aunque fue dada de alta, el proceso de curación apenas comienza. «¿Por qué esa niña me hizo esto?», suele preguntar con dolor.
Lleva siete cirugías y las quemaduras no solo afectaron su brazo, también, su rostro.
Asiste continuamente a evaluaciones para más procedimientos.
«Dice que está fea, que su manita ya no sirve… no quiere que nadie se la vea», contó su tutora sobre las secuelas que la agresión dejó en la niña.
El proceso legal y costo de tratamiento
En el plano legal, la situación no avanza.
Reyes denunció que, a más de cuatro meses del ataque, la familia de la menor señalada como autora no ha ofrecido ningún tipo de apoyo, pese a que la víctima sigue sufriendo intensos dolores, necesita varias cirugías reconstructivas y enfrenta tratamientos médicos costosos.
Hace más de dos semanas, Josefina fue citada por la jueza encargada del caso, quien le informó que aún buscan un abogado de oficio que asuma su caso debido a sus bajos recursos.
Hasta la fecha no ha recibido respuesta.
«Yo no quiero que esa niña de 12 años vaya presa, eso no me interesa porque no va a pasar, pero sus padres deben responder. Alguien tiene que pagar los costos de todo porque esto no se cura con una curita. Esto es a largo plazo».
Pidió que la justicia dé un ejemplo ante tanto sufrimiento de su niña para que se demuestre que hay ley en el país.