El sobrevuelo de la aeronave TP-75 Dulus de la Fuerza Aérea Dominicana en pueblos cercanos a la frontera RD-Haití, obedece a ejercicios rutinarios que realizan frecuentemente las autoridades dominicanas.
Fuetes de alto nivel del Ejército República Dominicana y del Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza Terrestre, indicaron que se trata de un vuelo de reconocimiento, debido a mucha actividad y concurrencia masiva de personas en los mercaos de Pedernales, Elías Piña y Dajabón.
La presencia del avión nada tiene que ver con que las bandas haitianas hayan convocado guerra total en Puerto Príncipe y la Policía haitiana haya reaccionado en máxima alerta.
Más temprano, la Policía Nacional de Haití (PNH) declaró alerta máxima en todo su personal y suspendió de manera inmediata todos los permisos y licencias, en respuesta al aumento de las amenazas y los enfrentamientos con grupos armados en la capital y otras regiones del país.
Según un comunicado interno fechado el 16 de noviembre de 2025, la Dirección General de la institución explicó que esta medida busca reforzar la capacidad operativa ante los crecientes riesgos de seguridad que enfrenta el territorio haitiano.

La decisión coincide con un nuevo llamado del líder de la coalición de bandas Viv Ansanm (“Vivir Juntos”), Jimmy Chérisier, alias “Barbecue”, quien difundió un mensaje público en el que pidió a la población no salir de sus hogares a partir del lunes 17 de noviembre, para permitir que las bandas armadas se enfrenten directamente a las fuerzas del orden.
“A partir de este lunes, si no es necesario, no salgan. Todos los sindicatos de conductores, quédense en casa. Dejen las calles libres para Viv Ansanm y la Policía que vendrá a enfrentarse a nosotros”, declaró Barbecue en un video difundido en redes sociales.
El exagente policial convertido en jefe de banda advirtió a los ciudadanos que no se responsabiliza por los daños o muertes que puedan ocurrir durante los enfrentamientos, y pidió a los padres mantener a sus hijos dentro de las viviendas “para evitar que sean víctimas”.
Estas declaraciones se producen tras una ofensiva conjunta de la Policía Nacional, las Fuerzas Armadas de Haití (FAD’H) y la Fuerza de Represión de Pandillas (FRG) contra el grupo criminal 400 Mawozo, una de las bandas más peligrosas del país.
La operación, desarrollada en los municipios de Tabarre y Croix-des-Bouquets, al norte de Puerto Príncipe, dejó varios muertos y heridos entre los miembros de las pandillas, además de la incautación de un rifle Barrett y maquinaria pesada que los delincuentes utilizaban para destruir infraestructuras públicas.
La situación de violencia ha provocado pánico en la población civil y mantiene paralizadas amplias zonas de la capital haitiana, mientras las fuerzas del orden intentan retomar el control frente a grupos armados que desafían abiertamente al Estado.
Haití enfrenta una de las crisis de seguridad más graves de su historia reciente, con bandas que controlan más del 80 % de Puerto Príncipe y han provocado miles de desplazamientos internos, secuestros y asesinatos en los últimos meses.