Sabana Grande de Boyá. Wilkin García Peguero, conocido como Mantequilla, vuelve al centro de la controversia tras ser señalado nuevamente por un grupo de ciudadanos que aseguran haber sido estafados con un esquema de inversiones similar al que lo llevó a prisión años atrás. A pesar de su condena previa, García habría retomado su operación, ahora bajo el nombre Dinero 3.0, logrando atraer nuevos clientes con promesas de retornos rápidos y “cambios” en su método financiero.

Los afectados aseguran que entregaron sumas importantes de dinero sin recibir los beneficios prometidos, y ahora buscan iniciar acciones legales.

Francia Mirabal explicó que entregó dinero a intermediarios del negocio: “Yo le di a él, a dos chicos que hacían el negocio, a uno le di 500 y al otro 500 más unos recibos de 80 mil pesos. Cuando llegó el tiempo de hacer el pago, hubo conflictos, él perdió el control y dejó de pagar”.

Otra denunciante, Gladys Mejía, relató que tomó un préstamo para invertir: “Yo le llevé dinero porque tenía un problema con mi hermana. Busqué un préstamo y se lo di a él, y cuando llegó la fecha de pagar, no pagó”.

Magdalena Martínez, otra afectada, afirmó: “Tengo alrededor de 750 mil pesos más mil dólares y no recibí ningún beneficio”.

Junior Félix, conocido como Dibujito, dijo que cayó una vez más: “Yo tengo una veterinaria allá y la otra vez cuando él vino con su empresa yo le entregué un millón de pesos y no me pagó. Ahora yo le di 1 millón 200 mil pesos”.

A pesar del historial, Mantequilla logró convencerlos de que esta vez sí cumpliría. Sus nuevas promesas, unidas a la urgencia económica de muchos, terminaron por atraer a decenas de personas nuevamente.

Pero, según los denunciantes, la situación se agravó. Junior Félix relató que, tras reclamar su dinero, recibió respuestas humillantes: “Tenía que pagarme hace más de dos meses, y siempre me dice que la semana que viene. Al final me dijo que no me iba a pagar y que me iba a mandar sacos de arroz para que no pase hambre”.

Además, un afectado aseguró que Mantequilla utilizó documentos falsificados para retener su confianza: “Me dijo que me iba a dar una guagua de garantía. Me dio la guagua y un papel supuestamente firmado por un notario. Cuando fui a poner la placa a mi nombre me di cuenta de que el vehículo estaba financiado y era de una mujer. Los papeles eran falsos”.

Las víctimas describen un ciclo repetido: esperanza, presión económica, reclamos y finalmente humillación. Muchos acumulan deudas, otros han perdido negocios, mientras observan cómo, aseguran, Mantequilla sigue operando sin restricciones visibles.

“Defraudado totalmente”, expresó José Reyes. “Porque si no tenemos ley en este país…”.
“Él lo que tiene es una burla desde siempre”, agregó Magdalena Martínez.

Junior Félix afirmó que incluso recibe burlas directas: “Me llama y me manda mensajes diciendo que si quiero un cartón de huevos o salami. El otro día me dijo que soy su experimento y que sabía que iba a volver a caer”.

Afectados denuncian amenazas

Las declaraciones también incluyen amenazas. Francia Mirabal aseguró temer por su vida: “Cualquier cosa que me pase el responsable es Mantequilla. He recibido amenaza de muerte, de que si yo sigo me va a mandar a matar”.

Junior Félix coincidió: “Él me ha amenazado diciendo que me esté tranquilo o me puede pasar algo. Que tiene forma de enterrarme, que sus guaremates me pueden dar diez plomazos. Yo tengo miedo porque él anda con cuatro seguridades y tiene dinero”.

Francia Mirabal añadió: “Ya yo no me siento libre en la calle, ya no salgo en la noche”.

Incluso cuando algunas víctimas acudieron a la Fiscalía, aseguran que recibieron llamadas del propio Mantequilla para desmotivarlas. “Hoy me llamó y me dijo: no vayas para ahí, que no te van a hacer caso; yo tengo 20 años para pagarle. Yo le dije: para mí no me quedan 20 años de vida”, narró Gladys Mejía.

El propio Mantequilla, en una de sus declaraciones, intentó disuadirlos: “Así no es que se hacen las cosas, pero eso no va a funcionar”.

Fiscalía advierte que podría ser arrestado nuevamente

El fiscal titular de Monte Plata, Andrés Comas, explicó que, de confirmarse los hechos, Mantequilla podría enfrentar un nuevo arresto. Cada presunta estafa reciente constituiría un caso independiente, con víctimas distintas y evidencias nuevas.

“Si usted comete otro acto, evidentemente por esas acciones, de demostrarse el hecho y que está tipificado, el sistema está en condiciones de accionar en su contra”, afirmó.

Sin embargo, la investigación enfrenta un obstáculo importante: la mayoría de los afectados no cuentan con documentos que acrediten la entrega del dinero, lo que limita las posibilidades de acción penal.

“El Código Penal establece que no se puede accionar sin elementos de prueba. Cuando se da dinero para un compromiso, todo debe hacerse por escrito. Y en este caso, el señor Mantequilla se está cuidando”, explicó el fiscal.

Un patrón que se repite

Aunque Mantequilla tiene una sentencia que ordena pagar a sus deudores anteriores, los afectados aseguran que no solo no ha cumplido, sino que ha aumentado sus ganancias buscando nuevas víctimas. Para varios comunitarios, se ha convertido en una especie de “hipnotizador”, capaz de persuadir a personas desesperadas por mejorar su situación económica.

Este caso, insisten, demuestra que no basta con apresar a un estafador cuando el daño ya está hecho; lo esencial es evitar que reaparezca con otro nombre, otra promesa y la misma impunidad.

Y por eso, hoy la pregunta no es qué hará Mantequilla… sino qué hará el sistema para impedir que siga ocurriendo.

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