Luego de que la niña Stephora se ahogara en la piscina de la Hacienda Los Caballos, la profesora Vilma Altagracia Vargas Morel trató de revivirla y, ante la imposibilidad de lograrlo, le informó a otra educadora que estaba “inconsciente” y no respondía al intento de regresarla a la vida.
Ya para ese momento, en realidad, Stephora llevaba más de media hora ahogada en el fondo de la piscina, sin recibir ningún tipo de ayuda ni auxilio de nadie. Estudiantes y profesores la ignoraron, a pesar de sus desesperados gritos de auxilio.
Según el expediente, las cuatro imputadas (Gisela Altagracia de las Mercedes González, Francisca Josefina Tavárez Vélez, Vilma Altagracia Vargas Morel y Yris del Carmen Reyes Adames) fueron responsables de organizar y realizar la gira, siendo negligentes al violar las disposiciones de Educación que prohíben las excursiones hacia ríos, piscinas y otros lugares peligrosos.
-Está inconsciente, está inconsciente -le dijo Vilma a Gisela por teléfono.
Días antes del viaje, el colegio Da Vinci entregó a Stephora una circular pidiendo la autorización de su madre, quien la firmó sin saber que la piscina no tenía señalización ni la seguridad correspondiente. Nadie le preguntó si su hija sabía nadar, y ella pensó que se trataría de una piscina para niños.
Todo sucedió rápido. A las 9:44 a. m., Stephora entra en el agua. Inmediatamente después, empieza a hundirse. A las 9:45 a. m., empieza a gritar y hace ademanes de desesperación. Apenas un minuto después, a las 9:46, muere asfixiada bajo el agua. Luego, su cuerpo sin vida se hunde hasta el fondo de la piscina. A las 10:17, emerge su cadáver y todos lo ven. De inmediato, lo sacan del agua y Vilma trata de insuflarle vida. Pero todo resulta en vano. Minutos y minutos después, llaman al 911 y llega un equipo forense. Hacen el levantamiento correspondiente.
“Vilma Altagracia Vargas Morel y Francisca Josefina Tavárez Vélez dispusieron que Mayelin Altagracia Valerio se encargara de supervisar a los menores que se encontraban en el área de juego, ubicada en la parte trasera, mientras las imputadas Vilma Altagracia Vargas Morel y Francisca Josefina Tavárez Vélez asumieron supervisar a los demás niños y niñas que se encontraban dentro y alrededor de la piscina, entre ellos, la víctima”, según el expediente.
Y continúa:
“Nadie se compadeció del dolor de una madre que esperaba sin tener certeza del estado en el que se encontraba su hija de 11 años de edad.”
“La inexistente supervisión y monitoreo de las imputadas sobre la menor de edad, fue tan evidente, que la imputada Vilma Altagracia Vargas Morel soltó el celular a las 9:50 a. m., pero continuó conversando con su compañera la imputada Francisca Josefina Tavárez Vélez, sin hacer una revisión de los menores de edad, que se encontraban dentro de la piscina. Siendo a las 10:16 am, que la imputada Vilma Altagracia Vargas Morel se sentó en el muro tipo jardinera, frente al gazebo, momento, en que subió el cuerpo de la víctima menor de edad a la superficie, evidenciándose el cuerpo moviéndose y flotando, y todavía en ese momento, las imputadas no la observaban.”