El cortisol, también conocido como la hormona del estrés, es una sustancia que nuestro cuerpo produce de forma natural cuando enfrentamos situaciones de tensión física o emocional. Aunque cumple funciones esenciales en el organismo, como regular el metabolismo y ayudar a controlar la presión arterial, un exceso de cortisol puede provocar problemas de salud, como ansiedad, insomnio, fatiga crónica o debilidad del sistema inmune.
Una forma sencilla y efectiva de regular los niveles de cortisol es a través de la alimentación, y la vitamina C se ha convertido en una de las mejores aliadas para este propósito.
Beneficios de la vitamina C para reducir el estrés
- Disminuye el cortisol: Diversos estudios han demostrado que la vitamina C ayuda a reducir los niveles de cortisol cuando el cuerpo enfrenta situaciones de estrés físico o mental, actuando como antioxidante natural.
- Mejora la respuesta al estrés: Esta vitamina influye en el funcionamiento de las glándulas suprarrenales, responsables de liberar el cortisol. Un consumo adecuado de vitamina C ayuda al cuerpo a recuperarse más rápido tras momentos de tensión.
- Protege las células del daño oxidativo: El estrés genera radicales libres que dañan los tejidos. La vitamina C combate este efecto, especialmente en las células del sistema inmune.
- Favorece un mejor descanso: Alimentos ricos en vitamina C, como el kiwi, contienen también serotonina, que mejora la calidad del sueño. Dormir bien es clave para mantener bajos los niveles de cortisol.
- Contribuye al bienestar emocional: Esta vitamina estimula la producción de serotonina y dopamina, neurotransmisores que ayudan a mejorar el estado de ánimo, lo que reduce la percepción del estrés.
Una herramienta, no una solución única
Aunque la vitamina C es un gran aliado, los expertos recomiendan acompañar su consumo con hábitos saludables como ejercicio moderado, técnicas de relajación y rutinas de sueño adecuadas para lograr un control efectivo del estrés y mantener estable el cortisol.
Infobae