El gobierno de Australia ha decidido establecer una edad mínima de 16 años para que los jóvenes puedan usar redes sociales y planea imponer sanciones a las plataformas que no cumplan con esta norma, según anunció el primer ministro Anthony Albanese junto a la ministra de Comunicaciones, Michelle Rowland, en una conferencia de prensa el jueves.
«Quiero que las familias y los padres australianos sepan que cuentan con el respaldo del Gobierno», afirmó Albanese, agregando que espera que los padres puedan decirles a sus hijos: «Lo siento, es ilegal».
El primer ministro subrayó que la responsabilidad recaerá en las plataformas de redes sociales, quienes deberán demostrar que están tomando las medidas necesarias para impedir el acceso. No habrá consecuencias legales para los padres ni los usuarios jóvenes.
Esta medida incluye plataformas como Instagram, TikTok, Facebook, X y YouTube. Rowland señaló que estas aplicaciones «conocen a sus usuarios mejor que nadie» y mencionó que actualmente se está realizando una «prueba de garantía de edad».
Rowland explicó que el Comisionado de Seguridad Electrónica se encargará de hacer cumplir la ley y que se impondrán sanciones más estrictas para asegurar su cumplimiento, destacando que las sanciones actuales son menores a un millón de dólares australianos (660,000 dólares estadounidenses).
Además, señaló que el daño que las redes sociales están causando en los jóvenes es una de las principales preocupaciones a nivel nacional, criticando que estas plataformas no están cumpliendo con su responsabilidad social.
Albanese también reconoció que estos cambios legislativos no resolverán el problema de manera inmediata, pero aseguró que estas leyes establecerán los parámetros necesarios en la sociedad para fomentar resultados positivos.