El empresario Rudis Torubio, dedicado al comercio de cemento, ha denunciado públicamente la existencia de un presunto monopolio en la frontera con Haití, que estaría beneficiando a grupos influyentes de la región.
Según sus declaraciones, las autoridades del Cuerpo Especializado en Seguridad Fronteriza Terrestre (CESFronT) estarían limitando injustamente su actividad comercial.
Torubio sostiene que, aunque sus productos cumplen con todas las normativas fiscales, el CESFronT permite solo la circulación de mercancías pertenecientes a ciertos grupos, lo que él considera un abuso de poder y una estrategia para eliminar la competencia.
Por su parte, las autoridades del CESFronT han respondido a las acusaciones alegando que las restricciones se deben a la falta de permisos adecuados para la exportación de cemento. Según la entidad, dichas exportaciones deben realizarse por la frontera oficial de El Carrizal, municipio de Comendador, y no por otras rutas no autorizadas, como Hato Viejo de Bánica.
El empresario ha solicitado la intervención de las autoridades competentes para asegurar un comercio justo en la zona, destacando la necesidad de evitar prácticas monopólicas que perjudiquen a los pequeños comerciantes locales.