Los residentes en la calle Amapola, en Bellas Colinas de San Miguel de Manoguayabo, Santo Domingo Oeste, viven una perturbación constante con unas aguas residuales.
Estas aguas malolientes se han desbordado a tal punto que se han convertido en un “río” permanente, que ha dejado la secuela de un limo verde y resbaladizo que provoca accidentes constantes.
A tal punto que varios motoristas se han caído, incluso con pasajeros, provocándoles heridas, producto de los accidentes.
“A un niño de le rompió un bracito en uno de los accidentes. Nosotros cerramos la calle para evitar eso, pero los mismos motociclistas la volvieron a abrir”, dijo una vecina del lugar.
Los residentes de allí hacen un llamado al alcalde municipal, Francisco Peña, para que limpie el cauce de la cañada y así el agua no se desborde por la calle.
También, solicitan que la autoridad municipal sea el canal can el Gobierno central para que se haga un trabajo profundo en esa cañada y otras.
Esta situación se agrava aún más cada vez que llueve, por poca que sea el agua, provocando inundaciones en las casas cercanas.
Solo hay que imaginar esa gran cantidad de aguas cloacales, penetrando a las casas y convirtiéndolas en posibles focos de contaminación y “vehículo” de las típicas enfermedades que se producen.