El primer jueves de noviembre se conmemora el Día Internacional contra la Violencia y el Acoso Escolar con la finalidad de visibilizar esta problemática que afecta a millones de niños y adolescentes en todo el mundo.
Según la Real Academia Española (RAE), el acoso es la práctica ejercida en las relaciones personales, consistente en dispensar un trato vejatorio y descalificador a una persona con el fin de desestabilizarla psíquicamente.
Esta efeméride fue instaurada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) con el enfoque claro de que se conozcan sobre estos contextos de violencia que se desarrollan en escuelas a nivel mundial.
El lema de este año es «Proteger, educar, empoderar: Los y las estudiantes exigen escuelas seguras e inclusivas» para destacar el papel esencial de la educación y «para poner fin a la violencia y la importancia de la perspectiva de los y las estudiantes en la elaboración de políticas y prácticas educativas.
El tema de este año se centra en los compromisos globales y resalta la importancia de la urgencia para hacer frente a la violencia en y a través de la educación, así como de invertir en alianzas intersectoriales.
«Al amplificar las perspectivas de los y las estudiantes y la voz de los niños y de las niñas, la Unesco hace un llamado a los líderes para que cumplan con sus compromisos y promesas de transformar los entornos de aprendizaje», destaca un comunicado de esa organización.
Este año, la conmemoración coincide con la apertura de la primera Conferencia Ministerial Mundial sobre la Eliminación de la Violencia contra los Niños, que se llevará a cabo en Bogotá, Colombia, los días 7 y 8 de noviembre.
Por medio de una serie de eventos organizados durante la conferencia, la Unesco y sus socios «destacan el poder de la educación para poner fin a la violencia y presentan buenas prácticas para abordar sus causas».